La creación de una empresa es un paso importante en la trayectoria de cualquier emprendedor. Más allá de la operativa comercial, elegir la forma jurídica adecuada tiene implicaciones fiscales significativas. En García & Coto, asesoramos a nuestros clientes sobre las ventajas fiscales de las sociedades, ayudándoles a tomar decisiones estratégicas desde el inicio del negocio. Una correcta planificación fiscal puede marcar la diferencia entre la rentabilidad y la carga tributaria excesiva.
Diferencias clave frente al autónomo en el tratamiento fiscal
Uno de los principales motivos por los que muchos profesionales y empresarios deciden constituir una sociedad, en lugar de operar como autónomos, es el ahorro fiscal que ofrecen las sociedades. A nivel impositivo, las sociedades tributan por el Impuesto sobre Sociedades, mientras que los autónomos lo hacen a través del IRPF, cuyas escalas pueden alcanzar hasta un 47 % en tramos altos.
El tipo general del Impuesto sobre Sociedades es del 25 %, aunque las sociedades de nueva creación pueden beneficiarse de un tipo reducido del 15 % durante los dos primeros ejercicios con beneficios. Esto permite optimizar el rendimiento económico, sobre todo cuando los ingresos superan los 40.000 o 50.000 euros anuales.
Además, la deducción de gastos es más flexible en el entorno societario. Se pueden desgravar retribuciones a socios y administradores, alquileres, suministros, inversiones tecnológicas, vehículos afectos a la actividad o planes de pensiones para empleados, siempre que estén correctamente justificados.
Planificación del reparto de beneficios
La constitución de una sociedad permite una gestión mucho más estratégica del resultado económico anual. Los beneficios pueden reinvertirse en la empresa, diferir su reparto o distribuirse mediante dividendos, lo que permite adaptar la carga fiscal al momento y situación del socio o socios.
Esto no es posible como autónomo, ya que todos los ingresos tributan en la declaración personal de la renta, sin opción de reinversión diferida. Este margen de maniobra convierte a la sociedad en un instrumento muy útil de planificación fiscal, especialmente para quienes quieren controlar el flujo de tributos a lo largo del tiempo.
En García & Coto acompañamos a nuestros clientes para que conozcan sus opciones antes de finalizar el ejercicio fiscal, diseñando estrategias ajustadas a su estructura empresarial.
Acceso a deducciones y bonificaciones específicas
La legislación fiscal española contempla múltiples ventajas fiscales para sociedades, especialmente en el ámbito de la innovación, el empleo y la economía sostenible. Algunas de las más destacadas son:
- Deducción por I+D+i: aplicable a empresas que desarrollan actividades de investigación, desarrollo o innovación tecnológica.
- Bonificaciones por contratación: se incentiva la creación de empleo mediante reducciones en las cuotas a la Seguridad Social y bonificaciones fiscales específicas.
- Deducción por inversión en producciones audiovisuales y tecnologías verdes: aplicable a determinados sectores.
- Incentivos a la economía social o sociedades laborales: con ventajas fiscales adicionales y acceso preferente a subvenciones.
Este tipo de beneficios son difíciles de aprovechar en el régimen de autónomo, y requieren una estructura empresarial y contable más profesionalizada, lo que refuerza el valor añadido de constituir una sociedad.
Imagen profesional y acceso a financiación
Más allá del ámbito fiscal, operar bajo una sociedad limitada o anónima genera una percepción de mayor solidez y profesionalismo. Esto puede facilitar la obtención de líneas de crédito, la firma de contratos con grandes empresas o administraciones públicas, y la colaboración con otros negocios.
Desde el punto de vista fiscal, la empresa también se beneficia de una separación patrimonial clara entre el socio y la entidad, lo que permite una gestión más ordenada y protege al empresario en caso de contingencias.
Esta estructura también es clave para acceder a subvenciones y programas de apoyo empresarial, muchos de los cuales están diseñados exclusivamente para personas jurídicas.
Asesoramiento profesional: clave para una estructura fiscal eficiente
Aunque las ventajas son muchas, la constitución de una sociedad requiere planificación, conocimiento legal y un seguimiento continuo. En García & Coto, analizamos cada caso desde una perspectiva integral, combinando la visión jurídica con la contable y fiscal. Así, ayudamos a nuestros clientes no solo a crear su empresa, sino a diseñar una estrategia fiscal sostenible y eficiente en el tiempo.
Tanto si se trata de una pequeña empresa familiar como de un proyecto de crecimiento nacional o internacional, contar con una estructura societaria adecuada puede suponer un importante ahorro y una mayor capacidad de expansión a medio y largo plazo.